Observar edificios antiguos es una práctica muy interesante para conocer no solamente su valor histórico sino también su riqueza arquitectónica. Cuando observamos edificios podemos detenernos a mirar las técnicas constructivas, sobre todo en relación a las técnicas de elevación de muros o en las de sostenimiento del techo (como los arcos, bóvedas, pilares). También podemos prestarle atención a las decoraciones, o a las restauraciones que ha sufrido. Además de lo dicho, puedes averiguar cuestiones vinculados a la historia y al valor del edificio en la ciudad. Anímate a descubrir la historia y a deslumbrarte de la creatividad en la arquitectura.